lunes, 3 de octubre de 2011

La falta de enseñanza y orientación sobre pautas de cuidado y de asistencia a las personas con deficiencias, incapacidades y minusvalías deterioran no sólo a la persona afectada, sino que también a su medio familiar, social y laboral, imposibilitándoles enfrentar las barreras físicas, sociales y culturales que se les presentan e impidiéndoles el acceso a los diferentes sistemas de la sociedad.
La rehabilitación se inicia en el primer contacto con el enfermo, teniendo en cuenta que el primer aspecto a recuperar es su independencia, es decir, el mejor nivel de funcionamiento posible en las tareas cotidianas. Es necesario hacer énfasis en las capacidades y deseos de la persona discapacitada para formular objetivos reales.

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